Ir al contenido principal

¿PREDICAMOS CON EL EJEMPLO?

¿Cuántas veces aconsejamos sanamente y en nuestra propia vida hacemos todo lo contrario? ¿Cuánto tiempo pasamos siendo consejeros de “el otro” sin ser consejeros de nuestro propio ser?
 
La popular frase “haz lo que yo digo pero no lo que yo hago” puede venir cargada de un intenso des-amor, olvido y/o desprecio hacia nosotros mismos. La rueda debería comenzar a girar primero propiciándonos bien-estar hacia nosotros, para luego dar el ejemplo no solo a través de la palabra sino también de las propias acciones.
 
¿Cuántas veces nos involucramos en la vida de “el otro” aconsejándole qué camino debería seguir o qué decisión optar en tal o cual situación? Estos consejos que podemos dar muchas veces suelen ser claros, sanos, precisos, llenos de buenas intenciones y pueden ayudar a despertar, de igual forma que la palabra de “el otro” puede ayudarnos a despertar a nosotros.
 
Pero ¿cuántas veces aconsejamos sanamente y en nuestra propia vida hacemos exactamente todo lo contrario? ¿Cuánto tiempo pasamos siendo consejeros de “el otro” sin ser consejeros y reflexivos con nuestro propio ser?
 
Dar es muy bueno, pero darnos resulta fundamental. Escuchar al otro y no escucharnos a nosotros mismos no es la ecuación adecuada para lograr una vida sana y satisfactoria. Si el propósito del ser humano es alcanzar cierto grado de paz y bien-estar constante – ¿quién se negaría a semejante combo? – alarga su camino si anda por la vida ofreciendo palabras claras para los demás pero acciones oscuras, confusas y/o perjudiciales para con uno mismo. De allí la popular frase “haz lo que yo digo pero no lo que yo hago”, que puede venir cargada de un intenso des-amor hacia nosotros mismos.
 
Es importante que asumamos la inevitable responsabilidad de prestarle atención primero a nuestras propias emociones, ideas, sentimientos y pensamientos, y en base a ello nos convirtamos, antes que nada, en los inspectores y consejeros de nuestro propio ser. Luego podríamos brindarle a quien sea el ejemplo, no solo a través de la palabra sino también de las propias acciones… y la popular frase mutar felizmente a “haz lo que yo digo, es lo que yo hago”.
 
Autor: Martín Bijio
 

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Herramienta de Información Científica

¿Eres aficionado a la información científica? ¿Te gusta estudiar y aprender? Pues aquí te presento la página scirus.com . Scirus es la herramienta de investigación científica más detallada de la Web . Con más de 460 millones de artículos científicos indexados en el último recuento , que permite a los investigadores buscar contenido no sólo de revistas cientñificas , sino también de páginas web , cursos , patentes,   repositorio institucional e información de sitios web, todos ellos relacionados con diversas ciencias . Un recurso más en Internet que vale la pena. Quantum Holística

¿Cómo contactar a mi Ángel Guardián?

Lo primero que cabe aclarar en este tema es que los ángeles no necesitan ni esperan protocolos especiales para comunicarse con ellos. Lo único que verdaderamente se necesita para tener un contacto con tu ángel de la guarda es una intención y deseo real que salga tu corazón y tener la fe de que estos seres de luz existen y están entre nosotros, cuidándos, protegiéndonos y transmitiéndonos en todo momento consejo y asesoría celestial. A continuación te presentamos una primera forma muy sencilla para comunicarte con tu ángel de la guarda (pues hay muchas que iremos mencionando), dándote un tiempo y espacio sin procedimientos complicados: Lo primero que habrás de hacer es relajarte. Tiéndete en la cama o en un sillón, cierra tus ojos y haz tres inhalaciones y exhalaciones profundas, en cada de tus exhalaciones, imagina que puedes sacar todo tu estrés y sensaciones disgustantes, disolviéndolas en el espacio. Posteriormente, calma un poco tu mente, piensa en tu ángel guardián y llámalo, c...

PERROS Y GATOS CUIDAN NUESTRA SALUD MENTAL

¿Alguna vez ha dudado de que su perro o gato fuera su mejor amigo? El dicho popular no sólo está fuera de duda entre los millones de personas que comparten su vida con un animal querido. La ciencia, además, da ahora la razón a los amantes de estos peludos compañeros: convivir con canes y felinos queridos tiene beneficios psicológicos similares a los que proporciona un gran amigo humano.   Canes y felinos dejan pelo, necesitan cuidados, tiempo de juego, alimento de buena calidad y controles veterinarios, además de implicar un gasto económico. Pero, si aún alguien lo dudada, quien tiene un gato o un perro cerca tiene un tesoro.   "Las personas que comparten su vida con perros o gatos son más felices, gozan de mayor autoestima, son más extrovertidas y sufren menos depresiones, miedos o preocupaciones que aquellos que no tienen cerca a un animal querido", afirma el psicólogo Allen McConnel, profesor de la Universidad de Miami y coordinador de la investigación "Am...